domingo, 24 de mayo de 2009

ya




un vaso de café que se terminó al costado izquierdo, un vaso con Campari y naranja a mi derecha. La ansiedad del estreno se apaciguó. Ahora hay que estar tranquilos y esperar.

martes, 19 de mayo de 2009

ya llega

Estar nervioso sería lo correcto, pero creo que no estoy nervioso, ayer fue la avant premiere en Buenos Aires y una descompostura repentina me tuvo mal durante gran parte del día. Tal vez fue una advertencia a mi mismo. "No te creas que se te va a hacer tan fácil". Estrenar una película no es algo de todos los días, pero a lo largo de estos años se ha transformado en un hecho un tanto familiar y tiendo a creer que por esa razón las sensaciones son distintas que la primera vez. Pero por suerte parece que cada película es una primera vez.

sábado, 2 de mayo de 2009

ESPERA

Son las, no, no son las, es la 1 de la mañana con 43 minutos, pienso en lo que me queda por hacer en relación a Días de Mayo. Esperar, fundamentalmente esperar. Esperar que la copia en 35 mm salga del laboratorio. Esperar que se vea y se escuche como se debería ver y escuchar. Esperar que la película conecte ahí donde uno espera ¿dónde espera? ¿Qué conecte qué? Algo así como el placer o una cierta emoción o disgusto o … qué se yo. Esperar es algo que siempre sucede en el cine. Esperar que estén la luces listas, esperar que los actores se cambien, esperar que todos hagan silencio, esperar que la cámara esté cargada, esperar un render de la computadora, esperar el dinero del INCAA o de los productores, esperar (como hoy) que el laboratorio termine bien su trabajo, esperar que las entradas se vendan, esperar la crítica (la buena y la mala). Esperar que me queden unos pesos en el bolsillo para poder esperar que se me caigan algunas ideas para volver a escribir y empezar a esperar.