miércoles, 30 de marzo de 2011

Diario de rodaje / Día 6 / Cine Negro

Ayer encontré algunas claves visuales de La Nieta..., el clima de "film noir" apareció con los personajes que tenía que aparecer: Foster, Laura y Alfredo. Una whiskería, un clima enrarecido, un lugar que no sabemos qué lugar es. Una calle que parece salida de una película o de una serie. Estamos en una serie de película por lo tanto no es extraño que esa calle esté allí.
Christian Marchesi compuso un personaje muy atractivo: Alfredo, una especie de tipo con varias caras y del que nunca terminamos de saber a qué juega. Es uno de los villanos y su caracterización fue impecable. No había trabajado nunca con Marchesi, es un tipo con mucha experiencia teatral, como director y actor. Y más allá de que es la primera vez que confluimos en una producción, creo que su condición de director le ha permitido comprender muy rápidamente la construcción tanto de la escena como del personaje. Esto también avala lo que yo pienso al respecto del recorrido de un actor ante aquella falsa idea que supone que a un actor que solo hace teatro le cuesta más hacer cine o televisión. Yo creo que esta idea es equivocada, para mi todo buen actor puede ser bueno en el medio en que ese mueva.  Un buen actor de teatro puede ser un buen actor de cine o tv y un actor que siempre ha trabajado en la tv o el cine también puede lucirse en el teatro. Aunque creo que es más sencillo pasar del teatro al cine o tv que al revés. Pero esta teoría la desarrollo en otra oportunidad.
Foster - Carloncho Resta también se está consolidando en los tres días que ya le tocó participar. La ventaja de Carloncho es que este mismo personaje o uno parecido ya lo hemos trabajado en otros proyectos. Foster es un viejo conocido para nosotros. Una especie de perdedor que siempre está en el margen, un eterno solitario con un toque romántico dentro de su escepticismo. Un tipo duro pero ingenuo. Carloncho es uno de los actores que más conozco, sé de memoria lo que va a hacer o lo que puede hacer y él sabe interpretarme perfectamente. Esto, claro, es producto de muchos años de trabajo y de poder entendernos. Ayer también apareció Laura-Celia con su primer texto. Celia Ferrero compone a Laura, la nieta de Gardel, que es quien maneja los hilos de esta historia, quien lo pone en funcionamiento a Foster como detective. Ella ocupa el lugar de la femme fatale. Celia, junto con Poli Chavez es la primera vez que se incorpora a un proyecto de estas características. Con ella hemos realizado algunas cosas más experimentales como el corto (mi) Historia Argentina y un largo muy independiente e inédito (El Sonido y La Noche). Es una actriz que seguramente va a sorprender.



martes, 29 de marzo de 2011

Diario de rodaje / Día 5 / Frías

Foster se convierte en detective a la fuerza o por conveniencia. Pero no es un detective con muchas luces. Foster investiga guiado por las películas que vió o los escasos libros policiales que ha leído.
Foster tiene que encontrar a El Coleccionista, una especie de "capo maffia" que tiene por costumbre coleccionar cosas relativas al mundo del tango. El Coleccionista tiene algo que Foster debe recuperar, una película por la que una mujer misteriosa, Laura, le paga por conseguir.
Su única pista es un cantante de tangos en ascenso, Frias.
Anoche rodamos el encuentro de Foster con Frías.
La locación fue el sótano del Hotel Savoy, donde hace años funcionaba una disco a la que he ido algunas veces. Transformamos al lugar en la tanguería en donde Frías hace sus números musicales. Alejandro García compuso a Frías. Alejandro es un gran cantante y un muy buen actor que encajó perfectamente en su personaje. El diálogo García-Frías Resta-Foster será un momento muy atractivo de la serie. Quizás tardé en encontrar el mejor encuadre y la mejor posición para los actores, a veces los lugares, los espacios me modifican mi idea inicial y debo resolver las cosas desde una perspectiva diferente a la que había previsto. Esto está bueno porque me obliga a repensar todo el tiempo alternativas pero también está el riesgo de que se tarde más de lo previsto. Pero esto no fue lo que sucedio anoche, ya que terminamos el rodaje casi dos horas antes de lo que estipulaba el plan de rodaje.

lunes, 28 de marzo de 2011

Diario de rodaje / Día 4 / tranquilos

Bar El Rosarino, renombrado El Porteño. La escena es en Buenos Aires, 1955, bombardeos a la Plaza de Mayo. La resistencia peronista. Dos personas que se conocen y se enamoran. Una hija que los mira a través del tiempo. Más de cincuenta y cinco años después un detective improvisado va tras las huellas de aquella historia.
Las imágenes de La Nieta de Gardel son como imaginaba y mucho mejor. Estamos resolviendo todo con muy poco, pero muy efectivamente. Estamos utilizando la tecnología a nuestro favor sacándole el jugo de una manera increíble. La Canon 7 D nos permite rodar en situaciones que con otro tipo de cámaras no podríamos o requeriríamos de una cantidad de luces que haría este trabajo mucho más lento. El planteo de producción está perfectamente articulado con los aspectos fotográficos, de sonido y arte. Si bien esto es algo que debería pasar en cualquier proyecto, muchas veces los tiempos y la sincronización entre los diversos rubros no se da perfectamente porque llevan procesos diferentes en su armado. Pero la única manera de llevar a buen puerto a La Nieta de Gardel es con el trabajo sincronizado de todos.  Anoche terminamos dos horas antes de lo previsto lo que nos da más tiempo de descanso para una escena que haremos hoy y que llevará un poco más de complejidad que las de la jornada anterior. Se trata de un largo diálogo entre dos personajes en una escena que es clave ya que está al principio de la serie y dispara algunas de las claves de esta historia policial.

Diario de rodaje / algunas fotos










sábado, 26 de marzo de 2011

Diario de rodaje / Día 3 / Cover de Rubias y otras cosas



25/03/2011
Llovía por la mañana, pero recién me dí cuenta cuando me llamaron por teléfono para avisarme. Había que cambiar el lugar de algunas escenas, los exteriores deberían pasar a ser interiores. La versión de Rubias de New York resultó lo más divertido de la jornada. Por un lado recrear el número original de la película y por otro proponer una variación sobre ese original ideado por Terry Dick. La versión de Dick es tan bizarra como el Ocaso de la Tierra, aquella película que filmaba el director de La Peli y que también caminaba en el límite del absurdo. Cuando pensé en un director que estaba fuera de tiempo como lo es Dick, se me ocurrió primero que su mirada tenía dos posibilidades, por un lado él podía ser un adelantado en términos de lenguaje, un vanguardista o por podía situarse con una postura más iconoclasta desde un lugar que no fuera lo específico del lenguaje sino desde la ruptura con las "normas" establecidas dentro de la industrria del espectáculo hasta el punto de poder creer que este tipo está completamente loco o no entiende nada de lo que está haciendo. Me decidí por esta última opción ya que si bien proponer un avance desde el lenguaje en relación a los años 30 me parece muy intersante pero solo sería comprendido por unos pocos. El lenguaje cinematográfico ha evolucionado tanto en los últimos cincuenta años que hoy por hoy nadie se pondría a pensar cuáles de los avances de la gramática cinemtográfica corresponden a una u otra época. La ambientación de la escena de Rubias de NY, como la caracterización de los personajes tiene una gran correspondencia con la original pero con ciertas licencias que nos permiten reconocer al referente pero con nuestra propia impronta. La Nieta de Gardel nos está permitiendo demostrar que podemos hacer una televisión de calidad, con una propuesta visual netamente cinematográfica con mínimos recursos pero utilizados con mucha precisión. Y esto es resultado de una trabajo grupal o de haber podido armar un equipo que toma como propio el proyecto. Esto es lo que siento cada día que piso el set. Desde los actores hasta los integrantes del equipo técnico han tomado un compromiso con La Nieta que me permite confiar con más tranquilidad en las ideas que día a día se me ocurren para resolver cada una de las escenas.


viernes, 25 de marzo de 2011

Diario de rodaje 3 / Long Island, NY pero en Villa Hortensia




24/03/2011
Gardel filmó varias películas para la Paramount en Nueva York, precisamente en Long Island. En 1934 mientras filmaba El Tango en Broadway Gardel recibió la visita de Agata Galiffi con quien había tenido un romance en su paso por Rosario. Pero esa fugacidad se transformó en algo más intenso, tanto que la llevó a ella a subirse a un barco e ir a buscarlo a Estados Unidos. De ese encuentro, en donde los dos se declararon un amor incondicional, ella quedó embarazada de Julia, a quien Gardel nunca pudo conocer ya que murió antes de llegar a verla.
Esta es parte de la historia de La Nieta de Gardel, no sabemos cuánto hay de cierto o de falso en ello, como tampoco sé a ciencia cierta si Terry Dick, el director de cine que hizo la versión alternativa de Rubias de New York, existió o es fruto de la fantasía de un guionista o fabulador.
Villa Hortensia se transformó en el estudio de Long Island en donde se rodó El Tango en Broadway. Tardamos casi cinco horas en hacer la primera toma, un plano secuencia, que al entrar en la hora cinco decidí fragmentarlo. El sol y las nubes nos jugaron una mala pasada durante toda la mañana. Hoy lo vi a Gardel. Gardel es Matías Martínez, está muy bien. Nadie dudó en el set de su composición. Volvió Agata (ya hablamos de ella en la entrada anterior) cada vez más Agata. Gustavo Guirado fue un Alfredo Le Pera consternado pero con un toque de humor que bien podría haber salido de una comedia de Woody Allen.
El equipo sigue funcionando con una calma y una tranquilidad sin ningún tipo de histerias, tan propicias en trabajos de estas características. Creo que esto es producto de poder combinar la experiencia de los más viejos con las ganas (a veces desenfrenada) de los que empiezan a hacer sus primeras armas. Sorpresa, eso es lo que quiero que me suceda todos los días. Pasaron sólo dos días pero me parece que fueron muchos más ¿por qué? No se. Regreso a mi casa. Un día más. Me espera Alberta, la perra que reclama comida y afecto, estuvo todo el día sola. Yo estoy colmado del afecto que recibo en el rodaje, la armonía de la que hablaba antes. Pero cuando regreso, enciendo la tv y paralelamente pongo música: la Ballade de Melody Nelson por Serge Gainsbourg y Jane Birkin. Miro alrededor y -salvo la perra- no hay nadie, desapareció el set, se esfumaron los técnicos y los actores. ¿Dónde está todos?. Je T'aime Mo Non Plus, otra vez la parejita francesa. Aires de Dias de Mayo, aires de La Peli, aires de El Cumple. Pero nada de eso. 

jueves, 24 de marzo de 2011

Diario de rodaje 2 / A la espera del día dos

Llovió y el día tres pasó a ser el dos. Estudio de filmación 1934. Rodaje de El Tango en Broadway, una de las películas de Gardel, esas que funcionaban como vehículo de difusión del cantor. De la misma manera que décadas después lo hicieran las películas de El Club del Clan, Sandro o Las Bandana. Películas simples y torpes en donde se lucen las canciones por sobre cualquier posibilidad de trama. Pero esto no nos importa para nuestra historia. Aquí el tema pasa por modificar la Historia, por crear personajes inexistentes (Terry Dick) que junto a otros reales (Gardel, Le Pera, Agata Galiffi y hasta el mismo Charles Chaplin) transforman la realidad real (valga la redundancia) en una realidad ficcional. En unas horas comenzamos a construirla.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Diario de rodaje 1 - El dia primero y van...

22/03/2011
Cómo cambian las cosas, como cambia uno. Es inevitable. Llegar a un rodaje de otra manera. Hoy soy otro. Ayer era otro. Hace unos meses que soy otro. Dicen que está por llover pero no veo nubes. Ayer-hoy iba a llover pero no llovió. Todo llega, lo inevitable y lo que se desea. Un rodaje es producto del inevitable deseo de filmar, de rodar, de vivir otra vida más interesante que la real. Hacía mucho calor, me cambié la remera en medio del rodaje, estaba hecho sopa. Me fueron a comprar una remera nueva. También decidí darme unos gustos, hice una lista de pequeñas cosas que me deberán acompañar durante el rodaje una especie de regalos personales por los años recorridos en esta carretera. En este proyecto me siento muy cuidado, quizás como nunca. Hay personas que funcionan como disimulados y maravillosos ángeles y eso -por suerte- me obliga a responder a las caricias del corazón con el arte que creo que debo tener en alguna parte de mis venas. Llego al rodaje con unos minutos de retraso, mi perra me entretiene antes de salir. Yo y mi perra, en realidad la perra de mi hijo. Como cambian las cosas, hace un tiempo hubiera sido impensable la presencia de un perro en mi casa.. Son casi las dos de la mañana. El rodaje de ayer fue tan tranquilo que hasta me asombró. Tenía miedo de no poder empezar como quería, tenía miedo de que mi cabeza no estuviera conectada con el todo. Mis emociones arribaban al rodaje después de haber estado meses en una coctelera, después de que me metieran en una montaña rusa a la que nunca me quise subir. Pero la vida tiene eso: "te da sorpresas" diría Rubén Blades. Cada rodaje es una de vida nueva en donde los rituales de cada día y la cotidianeidad de cada día se modifican sin que lleguemos a percibirlo.
Hoy Agata fue Poli Chavez y Poli se convirtió en Agata por primera vez. La ví a Agata Galifi en el cuerpo de Poli. No dudé de ella como tampoco de Eduardo Vercelli transformado en Juan Galiffi. En Rosario hay muy buenos actores. El cine (o en este caso la tv) nos permite cruzar actores que quizás de otra manera jamás se hubieran podido encontrar y sacar de ese encuentro resultados que por suerte siempre puede sorprender. Y esto también se da hasta en los detalles, hasta en una pequeña participación como la que tuvieron
Jaqueline Delleville y Yanina Mennelli.Siempre hay que buscar actores que puedan resolver las situaciones aunque estas sean mínimas. Un buen actor nunca pasa desapercibido. Convoqué a muchos actores, intenté abrir el juego todo lo posible, tanto con aquellos que conocia como con algunos que fui descubriendo en mis talleres de producción actoral. Me encanta pensar en un elenco 100 % local. Hoy pude ver algunos aspectos de la estética de la serie. Creo que caminaré entre los límites de lo clásico pero sin dejar de aportar algo de lo que vengo construyendo desde hace años (podría llamarlo "mi cine") y con la posibilidad de irme hacia cualquier lado, si se me ocurriera. También juego, hoy hice un plano fijo de los que habitualmente no hago, pensé que era un "plano Scorsese" (¿por qué?) y creo que a medida que avance la serie estas cosas se van a notar un pco más como así el entusiasmo que creí que tenía perdido y que hoy empezó a renacer. Esto va a estar muy bueno.

martes, 15 de marzo de 2011

Algo sobre el amor a La Nieta de Gardel

Diario de pre-producción de tantas cosas.
Hoy hubo un ensayo de Algo sobre el amor. No me gustó. Pero el problema no es la obra ni los actores. Mi cabeza no estaba en el lugar que tenía que estar para ver la obra. Empiezo a entender mucho mejor al teatro. Comprendo esa construcción que se va haciendo de a poco, juntando los pedazos de cada uno como un rompecabezas en donde las piezas a veces coinciden y otras no tanto. ¿Por qué será? Seguramente porque el teatro se construye fundamentalmente con lo humano, con los cuerpos vivos que viven en vivo. El teatro es tracción a sangre. El artificio es desnudado por las almas que se exponen sin que medie un dispositivo que las proteja. Saber que la obra puede ser brillante y caótica a la vez me genera una intriga y una excitación extraña. Podría dejar de ensayar mañana y retomarla una semana antes del estreno con estos maravillosos actores y seguramente podría salir de manera perfecta o terriblemente mal. Podría ensayar de aquí a dos meses todos los días y podría salir de manera perfecta o terriblemente mal. La obra está, tengo que estar a la altura de la situación y eso me encanta. Saber que debo correr detrás de la obra y no que yo esté por delante de la obra.
La nieta de Gardel
3:13 marca el reloj y Bitches de Miles Davis tocado por Apple Juice Kid.
Reescribir, no puedo, pero ya reescribí, lo tengo en mi cabeza, pero en mi cabeza no sirve mientras no esté en el papel. Debe estar impreso, primero de manera electrónica y luego en el papel. Hace un rato chateaba y hablaba de Miles Davis, de Diana Krall, de Keith Jarret con una persona que pensaba que no conocía más que a Diego Torres. Y no. Tuve que tirar el prejuicio por el suelo. Este rodaje será demoledor de prejuicios. Ahora es el turno de Aja de Steely Dan pero cambio a Baby its you. Música, una lista inmensa de temas, pero quiero escapar que no me atrapen los temas. Todos la música tiene un pasado y si alguna vez lo compartimos es hora de buscar discos sin pasado o con un pasado tan lejano que solo queda en nosotros una estela que apenas te roza. Steely Dan es eso, de la misma manera de Bil Evans y Everebody Digs, este disco siempre fue música de fondo mientras escrbí muchas cosas. Una especie de disparador para viajar. Una semana para comenzar el rodaje, estoy descalzo y se terminó el jugo de naranja. Siempre alguien me pregunta antes de empezar ¿cómo es empezar? pregunta que por lo general hacen quienes entran por primera vez en este circo que dura unas pocas semanas. La respuesta es: El problema es terminar y cuando terminemos te vas a dar cuenta lo "fuerte" que es un rodaje y lo que se deja y lo que te llevás de ahí. Atravesar un rodaje de seis semanas es como haber vivido intensamente seis ocho meses una relación muy pasional que de repente se termina en lo mejor de ese vínculo. Quedás agotado pero con ganas de tener más. Pero para tener más hay que esperar, los procesos de filmación tienen sus tiempos y etapas que hay que saber recorrer. Cuando terminé los anteriores rodajes ya no quería saber nada de seguir filmando, quería volverme a mi casa a descansar y dejar de pensar por un tiempo en lo que había hecho. Ahora -no sé por qué o sí se por qué- creo que no voy a querer parar, creo que la adrenalina de este rodaje va a ser mucho más intensa. Y creo que será así porque seguramente todavía no decidí desde donde voy a contarla o donde y como voy a poner el ojo. Y me gusta que sea asi, que el mismo proyecto me diga desde que lugar tengo que hablar y que eso vaya sucediendo a medida que todo avanza.

lunes, 7 de marzo de 2011

naufragando



El niño tiene 3 años y ayer fue consciente de la existencia del Carnaval, aunque esto no haya sido un gran descubrimiento. Vió gente tirándose con espuma por la calle y pidió comprar un aerosol. No dejó de apretar el botón de la nieve de jabón contra mi ropa. Vió gente disfrazada y pedía a gritos uno de los disfraces que dejamos en el ropero. Por suerte regalaban antifaces y un pequeño amigo le prestó una careta de Batman. Disfraces y espuma, pero faltaba algo: la música. Homero y sus Alegres lo hicieron bailar sobre mis hombros utilizando mi cabeza a modo de tambor. La Isla de los Inventos. De repente me encontraba en el medio de ese festejo bailando ritmos tropicales al son de un niño. Dije que tiene 3 años y que fue consciente del carnaval. Yo tenía un poco más de tres años cuando  y Los Náufragos ya existían: De boliche en boliche, Yo en mi casa ella en el bar, Quedate piola Vicente, Zapatos Rotos, Otra vez en la vía, Estoy hecho un demonio. Canciones populares ¿pop trash? simples, elementales, un poco bizarras, pero que funcionan perfectamente en un Carnaval. Y allí estaban ellos o lo que quedó del naufragio, tocando la lista de hits y yo observándolos con más de cuatro décadas de distancia. Miro a mi alrededor y los que bailan, los que festejan no es una barriada popular, son caras conocidas: sectores medios, actores, periodistas, estudiantes universitarios, gente progre. Estoy en un Carnaval cool escuchando a Los Náufragos con mi hijo a caballito saltando con la música. It's only pop retro, but I like. Son casi las 2 de la mañana y la banda sigue tocando. ¿Estoy en el lugar que tengo que estar? Hace un tiempo no me hubiera imaginado allí. A veces está bien ser eso que a veces no queremos ser. El pequeño no se va a olvidar del día que conoció el Carnaval y yo tampoco me voy a olvidar del día que me reencontré con esta fiesta cuasi pagana que alguna vez llegué a detestar. Pero pienso en el carnaval y aparecen imágenes confusas: Yo pequeño, los corsos en una ciudad que no se si es Buenos Aires, Rosario, Santa Fe o Corrientes. Mucha gente y hasta es probable que también haya estado a caballito. Pero puede ser mi imaginación. Por fuera de este recuerdo, verdadero o inventado, el carnaval solo existe para mi por las bombitas de agua o por las imagenes que por tevé vemos de Río de Janerio o Gualeguaychu. El chico me abraza, le propongo volver a casa, pero él -a punto de dormirse- dice que se quiere quedar un rato más. El rato es corto y queda dormido y abrazado al aerosol que lanza espuma. Nos vamos yendo y en el camino saludo por enésima vez al Sapo Pepe, a una amiga vestida de diablo y a otros amigos que trabajan allí como entretenedores de niños. Esperamos un taxi. Las calles están pobladas. La gente sale, es un día de salida, víspera de feriado. Me siento bien, no quiero estar en otro lado

el tabaco de Terry

Terry Dick fuma unos pequeños cigarros que lleva en una, pequeña también, pitillera de metal. Cigarros fabricados desde 1817. Terry los fuma desde 1933 cuando empezó a trabajar para la Paramount como director de segunda unidad. En 1934 le encargaron dirigir los números musicales de las películas que rodaría Carlos Gardel en Long Island. Cuando se conocieron con Gardel entablaron un vínculo que ningún director había logrado tener con el cantante. Se hicieron amigos y la primera noche que los presentaron cuentan que cerraron para ellos y unas señoritas (aparentemente actrices de El Tango en Broadway) el bar del Waldorf Astoria. Al otro día Gardel dió parte de enfermo y no fue al set durante tres días. Pero cuando llegó el momento en que la mano de Terry se viera en la película algo sucedió. La visión que tenía Terry de lo que debía ser un número musical no coincidía con las pretensiones de la Paramount. Se dice que Dick era un adelantado de su época, una especie de vanguardista en el Hollywood de los grandes estudios, algo impensable para aquél momento. Su primera y única intervención en la película de Gardel fue la primera versión de Rubias de New York, versión que nadie puede asegurar que haya existido, pero que según la leyenda o la historia cuentan que sobre el final del tema Gardel iba dejando a las rubias en bombachas y corpiño hasta que al final una de ellas se envolvía en la bandera de Estados Unidos dejando ver como caía su ropa interior bajo la bandera. A Gardel le divirtió mucho la propuesta, pero hasta el mismo Alfredo Le Pera -guionista de varios filmes de Gardel y co autor de sus más grandes canciones-  creía que no era conveniente utilizar ese material.