miércoles, 30 de diciembre de 2009

ARREBATO


Falleció el director español Iván Zulueta, alguien de quien siempre quise ver su mítica película Arrebato pero que lamentablemente nunca la pude conseguir, no sé si la he buscado bien o si he tratado de hacerlo en los lugares correctos. Tal vez su muerte permita ver esa película maldita.

Siempre es triste cuando un artista fallece y más aún cuando suponemos que todavía podemos esperar algo de él. Por algún motivo este tipo me caía bien, aunque ni siquiera haya visto un fotograma filmado por él.

Transcribo lo publicado por el diario El País de Madrid

El director de cine Iván Zulueta ha fallecido a los 66 años en su San Sebastián natal. Cartelista, decorador y diseñador gráfico además de cineasta, Zulueta se abrió paso como director de cine experimental, adelantado a su tiempo, en los difíciles años finales de la dictadura. Su obra más conocida es la minoritaria película de culto Arrebato, que le encumbró como director maldito.

Zulueta dijo en una ocasión que rodó aquella película en La Mata, finca de Jaime Chavarri, en 1979, pensando que sería lo último que haría y, en lo tocante al cine, así fue. Después de someterse a la vampirizacion que le supuso filmar Arrebato, paralela a la que sufre el protagonista de la película, y de tocar fondo en su adicción a la heroína, se retiró a su San Sebastián natal y se sometió a un tratamiento de desintoxicación.

Su labor como cartelista no se vio interrumpida. Ilustró películas de Almodóvar, José Luís Garci o Manuel Gutierrez Aragón, entre otros muchos, y sus carteles se mostraron en numerosas exposiciones pero no volvió a filmar nada. En una de sus últimas apariciones públicas para recoger el Premio a la Película de oro en el Festival de cine de Málaga en 2008, Zulueta dijo que tenía un grave problema para trabajar. "No arranco, lo último que hice fueron una decena de carteles de cine y de eso hace ya casi diez años. Quisiera no perderme en esos entresijos de la metadona. Los últimos carteles que he hecho no me han gustado mucho y eso para mí es muy doloroso". En aquella ocasión, el director dijo no haber tirado la toalla y tener ganas de volver al cine.

Zulueta se formó en la Escuela Oficial de Cinematografía, como Pilar Miró, Álvaro del Amo, Juan o Jaime Chávarri y allí conoció al guionista José Luis Borau, que se convirtió en su mentor y amigo. Arrebato fue su segunda película. En 1968 había rodado Un, dos, tres, escondite inglés, contra los escollos del control franquista. La película se estrenó en Cannes en 1969 y no se proyectó en salas españolas hasta 1970. Durante los años setenta, y siempre con un tono experimental realizó cortos como KingKong (1971),Frank Stein (1972), Masaje (1972) o Roma-Brescia-Cannes. En estos años también dirigió el programa televisivo Último grito, presentado por José María Íñigo

En su faceta como artista visual, igual que en la cinematográfica, Zulueta apostó por la experimentación. Deja una colección de más de 10.000 polaroids en las que volcó su inventiva a partir de los ochenta sometiéndo el papel hasta a 48 sobreimpresiones, pintando o rayando la imagen con una cuchilla de afeitar.

Su trayectoria estuvo ensombrecida por la constante lucha contra su adicción a la heroína y dejó como legado una película de culto que le granjeó para siempre el sambenito de "director maldito". En una de las últimas exposiciones de su obra gráfica aún se preguntaba "¿Pero como es posible que con 60 años tenga que dar cuentas de cómo es mi vida?"

lunes, 21 de diciembre de 2009

el principio de algo XXII

Si dije una boludez, repitió varias veces, pero ¿cuántas boludeces se dicen en una vida? muchas, pero en circunstancias como estas hay que evitar decir pavadas o cosas que no aporten a la trama o al relato ¿hay relato? siempre hay narración mientras estemos vivos pensó y también pensó que esa frase podía ser una boludez pero no tan grande como la que había dicho antes.

Dejó el auto estacionado en un callejón. Las calles de la ciudad esta noche están llenas de callejones le dijo una mendiga cuando lo vió pasar. Vió una puerta que decía "salida" y él entró y al traspasarla escuchó My Sharona a todo volumen. El grupo The Knack, el tema fue hit a mediados de los 70, él recuerda haberlo tenido en un disco simple de vinilo cuando iba a la secundaria y años después en el CD de la banda de sonido de Reality Bites. Estaba en una disco o algo parecido, porque todo parecía indicar que eso era una discoteca: las luces, la pista, la barra, la música y una cantidad de gente que casi no lo dejaba pasar, pero algo le llamó la atención: nadie bailaba. Trató de abrirse paso entre la gente y subió por una escalera de cromo hacia un lugar que parecía el sector VIP, allí encontró una chica con una computadora que chateaba con él, pero él no tenía computadora, pero sabía que ella le estaba hablando. Lo primero que le llamó la atención era que ella también escuchaba el mismo tema: My Sharona.

Pero lo escuchamos todos, dijo ella. Ella, la chica de los ojos grandes.

No, solo lo escuchamos vos y yo le respondió él y a partir de allí algo los conectó. Pero él se fue, el deber lo llamaba tenía que salvar la vida de la vietnamita, así que con apenas dos palabras que pudieron decirse él dejo a la chica de los ojos grandes y salió a la calle, miró el cielo y no llovía.

¿A dónde ir?

Vení conmigo dijo la chica (de los ojos grandes) y le tomó la mano. Una rara pero reconfortante sensación le invadió el cuerpo cuando la mano de ella apretó la de él. Tuvo el impulso de abrazarla, pero no lo hizo, y casi tres minutos después la abrazó y fue ahí que comenzó a llover. Se refugiaron bajo un techo y se miraron, él le acarició la cara y le tomó la mano, ella lo miró y parecía tener algo de vergüenza. Pasó un taxi y él le hizo señas, pero ella no quiso subir. El no entendió por qué, pero no importó, porque la chica lo besó y le introdujo su lengua en su boca de una manera tan excitante como hacía tiempo que no le sucedía. Pero ¿era la vietnamita disfrazada de oriental? ¿era la chica del paraguas? No, no era ninguna de las dos. ¿Por qué esta mujer apareció así como de la nada?¿o todo formaba parte de su frondosa imaginación? ¿o esa noche era la ciudad de las mujeres? SI todo era parte de su imaginación, pero también de la realidad porque su imaginación controlaba los acontecimientos y si había podido retroceder el tiempo en dos oportunidades ¿había algo que no pudiera hacer durante esta / esa larga noche?

Mientras él se debatía con estos pensamientos la chica de los ojos grandes ya le había bajado los pantalones y escuchaba su voz que parecía recitar algo parecido a una poesía infinita rozando mis labios, después escuchó un trueno que taparon sus palabras y más tarde voy a escalar tu piel y después todo pareció transformarse en una película muda, sin palabras pero llena de piel bajo la lluvia.

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viernes, 11 de diciembre de 2009

parece mentira

si uno lee las declaraciones del nuevo ministro de educación de Buenos Aires, posiblemente crea que es un mal chiste, pero no...