jueves, 28 de abril de 2011

Diario de rodaje / Días 24, 25 y 26 / Victoria y el Camino Viejo





Un rodaje con olor a nostalgia, como si llegando al final se anticipara esa cosa tan extraña que me sucede en el cuerpo cuando se termina un proceso de estas características, no sé, un poco de locura, un poco de angustia y la sensación de hiper realidad que se apodera de mi.
Un fin de semana de espera para ir hacia Victoria o hacia la victoria anticipada.
El domingo voy a ver la obra de teatro de un amigo actor, de un amigo director. Santiago Dejesus, el actor, también viajará a Victoria. Santiago es el protagonista de  Días de Mayo. Compartimos afinidades estéticas y a nuestros hijos en el mismo jardín de infantes. Miguel Franchi el director de la obra, no está en La Nieta de Gardel aunque podría estarlo, Miguel es uno de los actores con los que mas he trabajado y uno de los mejores. También dirige y su marca se nota. En algo se parecen con Santiago (que también dirige), aunque son de generaciones diferentes, quizás son de los pocos actores y directores que se planteen un teatro de búsqueda en donde la ideología esta presente de manera clara y hasta explicita. Son de los pocos que hacen un teatro que hoy podríamos llamar (ante el horror da algunos) peronista. Pero no porque las obras sean literalmente peronistas sino porque eso que hoy recorre la sociedad como una brisa diferente, como una esperanza de cambio está directamente ligada con el sentimiento de lo popular,  pero sintiendo lo popular sin renegar de lo que eso significa para la gente. Dejesus junto a Severo Callaci (el otro muy buen actor de la obra) y Franchi van contra el teatro de la moda, pero no tienen nada en contra del teatro de la moda. Ellos son la cotracara de la modernidad dominante, modernidad que ya empieza a envejecer porque el espejo que el teatro debería poner ante la sociedad (¿como diría Shakespeare o Peron?) se ha empañado. Y en definitiva esta obra, La Canción del Camino Viejo, le gana a la modernidad y es más moderna que los remedos de Spregelburd, Daulte o Bartis, sin renegar de ellos que son muy buenos, pero a los que es necesario proponerles otras versiones que puedan dar cuenta de lo que el espejo refleja. Porque en el arte lo que suma es la diversidad.
Vuelvo de Victoria en el motorhome y me acuerdo de la obra, vuelvo de Victoria después de haber rodado escenas que tienen que ver con la pérdida, con la violencia y con los sueños que se rompen, con las canciones que nos llevan a tiempos de alegría pero llenos de tristeza. Me doy cuenta ahora que fue así, me doy cuenta del denominador común que invade todo lo que filmamos y que se conecta con La Canción del Camino Viejo. Quizás no lo percibí antes por la buena onda de la ciudad, por haber pasado tres días alejados de Rosario, como unas mini vacaciones dentro de un rodaje que alternó filmación con casino, baños termales y muy buena comida. Entramos en la recta final, en un poco más de una semana La Nieta de Gardel habrá terminado una fase. Lo que resta no es poco, pero el romanticismo de los personajes también se nos mete en el cuerpo.

sábado, 23 de abril de 2011

Diario de rodaje / Días 17, 18, 19, 20, 21, 22 y 23 / pasa volando




En siete días mucho más que siete escenas. En siete días de 1934 a 1954 a 1975 a 1981 a la actualidad. En siete días de Uruguay a Buenos Aires a Colombia a España para terminar en Rosario nuevamente. Estamos en la recta final, me quedan algunas imágenes y situaciones de la última semana.
1 - Ver a Gardel incómodo en su camarín ante la presencia de Juan Galiffi y Agata. Una escena trabajada a través de los espejos que hay en el camarín de el teatro El Círculo. Lo que me gusta de la composición del Gardel que hace Matías Martinez que se aleja y se acerca al original con la misma intensidad. Nadie duda que ese es Gardel pero todos sabemos que ese no es Gardel, pero la actitud "gardeliana" es la que nos hace aceptar inmediatamente al personaje como real. Esa actitud nos permite alejarnos el estereotipo sin tener que caer en la reproducción literal del modelo.
2 - Una escena que funciona solo como flashback pero que para mi tiene una carga de emotividad muy grande. Es cuando la pequeña Laura baila con su madre Julia el tema "Por que te vas" de José Luis Perales. La escena está inspirada y es un homenaje a la vez a Cría Cuervos, de Carlos Saura. Es un guiño y una idea arbitraria pero me gusta y cuando sentimos que algo nos gusta debemos hacerle caso a esa intuición.  Madre e hija están en total sintonía  para transportarnos hacia allá.
3 - Una imagen de puro "cine negro" y que siempre me gustó poder lograr. La pareja protagonista, Laura y Foster en un pequeño hotel con carteles de neón. La grúa sube hacia la ventana en la que ellos hablan y tenemos a los carteles bordeando el cuadro y resignificando la escena desde la convención.
4 - La tanguería, un espacio que funcionó mejo de lo que esperaba en términos de puesta y ambientación. Aquí hay una clave que se fue repitiendo pero creo que en la tanguería terminó de concretarse y que es por un lado la calidez de la fotografía siempre llevada a zonas de oscuridad y sombras y por otro lado la madera, sí, hay mucha madera en la serie que combina con esa calidez de la imagen y que nos vinculan con algunos referentes del cine policial o de mafiosos en donde -repito- la madera es algo fundamental.
5 - Los diálogos entre la moza de la tanguería y Foster. Pude poner allí un par de chistes o diálogos divertidos de esos que por lo general escribo para mis películas y sirven para distender un poco la cosa. Romina Tamburello es muy graciosa. Y en una de las escenas un bolo del amigo Miguel Tessandori.

jueves, 21 de abril de 2011

Diario de rodaje / acerca del catering y la sensibilidad del equipo


Hay un elemento de cohesión en todo grupo de filmación. Las jornadas son largas y las semanas se acumulan. Intensidad acumulada en pocas horas que parecen muchísimas. Terminar a la madrugada sin saber si hoy es hoy o es ayer. Cambiar las rutinas diarias por otras totalmente alejadas de cualquier ser humano que camine cerca nuestro. Mucha energía puesta ahí. Pero en un momento hay que detenerse, debe haber una pausa, ese descanso en el que nos miramos las caras y los músculos se relajan y los cuerpos caen sobre las sillas y miramos delante nuestro para encontrar el plato de comida o extendemos la mano para buscar el agua, la gaseosa o el mate o el café o el té, que llega más tarde cuando estamos a punto de encender nuevamente la cámara. No hay película posible (o en este caso serie) sin la existencia de un catering. Podemos hacer una película sin dinero, aportando lo que cada uno tiene, podemos hacer una película con lo que llevamos puesto, pero no podemos hacer una película si no garantizamos el catering para el equipo, para los actores, para todos aquellos que trabajan. La comida es el elemento que nos une, el punto que nos tranquiliza si la disfrutamos y también el motivo de enojo si no está bien resuelto. Me he enojado mucho más por una mala comida en un rodaje que por una toma fallida. Para mi comida y cine son una sola cosa. Lo practico desde el inicio de la pre producción invitando a mis actores y asistentes a comer a mi casa. Yo les preparo la comida porque siento que eso también forma parte del hecho creativo. Y antes de empezar un rodaje acordamos con Fernanda Taleb (mi productora) las características del catering como una de las prioridades del proyecto. Sabemos que de un buen catering tendremos el mejor humor de los compañeros de trabajo y podremos disfrutar de todo de manera más tranquila. Y desde hace unos años hemos decidido que quien haga el catering también es parte de nuestro equipo, como un director de fotografía, un asistente o un productor y al ser así es uno/a más de todos nosotros. Hoy Mariana (nuestra chef) se ha sofisticado (la sofisticación es algo necesario para la estética) y estamos llegando a que la comida sea cada vez más un punto de unión.

martes, 19 de abril de 2011

Diario de rodaje / Días 15 y 16 / balas y grandes actuaciones



La casa quinta del Coleccionista es el lugar al que sabemos hay que arribar. El Coleccionista (Tito Gómez) es el típico "malo" de un policial, aunque también podría ser un villano de una de James Bond. Al Coleccionista siempre se lo nombra, pero solo lo vemos en el capítulo final. Tardamos dos días en rodar esta escena. Son esos momentos de un rodaje en donde siempre queremos más tiempo para hacerlo. Podía durar los dos días que teníamos previstos pero también podría haberse filmado en cuatro o cinco días. Aunque esto último quizás parezca una exageración. En esta escena tenía gran parte de lo que yo llamo "actores pesados" y no por sus dimensiones, sino porque cada uno y de distinta manera tienen un peso en escena y frente a cámara que los hace singulares en este aspecto, estos son Tito Gómez, Carlos Resta, Cristian Marchesi y Celia Ferrero. Estos actores tienen una característica que los une y que en el momento de pensar en los personajes siempre tuve presente la posibilidad de que compartan escenas. Todos ellos tienen una presencia importante ante la cámara, desde la impronta física que va desde la mirada hasta el tono de la voz y la manera en como impactan sus palabras, algo que los caracteriza a los cuatro y que para un actor es fundamental: la particularidad de la voz y que esa voz sea reconocible como parte integrante del personaje. Esta escena final está cargada de tensión y violencia, de alguna manera se relaciona con la que filmamos el día anterior en el Banco Nación. En el banco estaba Agata y sus secuaces y en la otra Foster y sus secuaces, que en realidad funcionan como los secuaces de Laura. Agata y Laura se conectan por la violencia, por la venganza de la sangre y por cierta épica romántica femenina. Y podría decir que si Celia-Laura es una actriz pesada, Poli-Agata es una actriz liviana. Y las dos son muy buenas porque llegan a sus personajes desde "la carga" una y desde "la descarga" la otra. En otro momento me detendré a hablar de esto, que es algo que he encontrado en grandes actores (como ellas dos) y que hacen o conforman una "actitud" del actor para construir el personaje. Pero volvamos a la escena final y el enfrentamiento personajes-actores. Me gustó que el duelo final fuera entre quien es uno de los primeros actores con los que empece a trabajar ya hace más de dos décadas (Tito Gómez) y quien es una de las últimas actrices que he incorporado a nuestro equipo (Celia Ferrero) y que por otro lado el árbitro de esta confrontación sea Carlos Resta, el actor que ha estado en el 95 % de todas las cosas que he realizado. Con Tito Gómez hicimos nuestras primeras cosas juntos a mediados de los ochenta y desde que lo conocí (me lo presentaron Miguel Franchi y Gerarado Dayub) supe que era uno de los grandes actores que tiene esta ciudad y el país, de la misma manera que Carloncho (Resta) son personas que han incorporado el oficio de actor de cine (o tv) de tal manera, que puedo trabajar con ellos de memoria. Tito, como dije antes, en su rol de villano encajaba perfecto y era la perfecta contracara para colocarle al personaje de Laura. Celia tiene una fuerza e intensidad actoral que al enfrentarla con Tito se potencia aún más. Al ponerle a Tito-Coleccionista a una actriz que para él era nueva, lo llevaba a  un lugar de seguridad actoral que obligaba a Celia-Laura a jugarse la vida ya que tenía enfrente a un actor tan pesado como su personaje. La actriz y el personaje estaban frente a la muerte, si la actriz superaba el reto, entonces el personaje podía disparar el arma con total seguridad. ¿El final? tendrán que ver la serie.

domingo, 10 de abril de 2011

Diario de rodaje / Día 13 y 14 / La aparición de lar armas


Una historia policial necesita de armas, aunque estas se disparen o no. Pero si se disparan ¿mejor? A veces sí, otras veces he aplaudido policiales sin armas. La Nieta de Gardel necesita de armas y las armas en un rodaje crean un clima muy especial, fundamentalmente cuando su uso está más cerca del que hacíamos cuando de chicos jugábamos a policías y ladrones o algo por el estilo. Ayer le volamos la cabeza a un personaje adelante de su mujer y su hija, hoy asaltamos el viejo Banco Nación. El problema de estas escenas es elaborarlas, en realidad armar la coreografía porque necesitamos de la precisión de los movimientos, de la excatitud de un disparo, como así también dotar a todo de un sentido de realidad diferente al de un simple diálogo. Cuando un actor dispara sobre otro debemos creer que eso es verdad de la misma manera que lo hacemos cuando vemos al actor encender un cigarrillo o mantener un diálogo trivial en una mesa. Pero para lograrlo muchas veces apelamos a convenciones que poco tienen que ver con la realidad. Un tiroteo cinematográfico es diferente a uno real, pero las convenciones del cine, como las del género policial nos llevan a aceptar con más naturalidad aquellas que han sido impuestas por la misma ficción. Entonces las escenas "de tiros" tienen dos componentes, por un lado la impronta de realidad que en movimientos, textos y acciones le aportan los actores y otra impronta -que los actores también deben respetar- que está vinculada a otros movimientos, textos, acciones y planteos de puesta en escena que combinados con los anteriores nos acercan a la "verdad de la ficción o del género".  No sé si yo estaba pensando en todo esto ayer y hoy, pero creo que son las cosas que se llevan adentro de uno de manera inconsciente en el momento de dirigir, de elegir una toma, de planificar un movimiento de cámara o de hacer determinada marcación a un actor. Hoy todos nos sentimos niños que jugábamos a los policías y ladrones y estábamos felices de hacerlo. En la historia, en el guión previsto Agata Galiffi terminaba escapando, corriendo sola ya que habían batido a casi toda su banda, pero en el fragor de la acción decidí que si bien ella debe escapar, lo haga de manera más heroica, perdiendo su botín, pero enfrentando a la ley de igual a igual y casi con más poder. El personaje me convenció que debía ponerlo en otro lugar, uno que lo acerque más a su mitología, aunque esto comience a desarrollar una nueva verdad histórica.

viernes, 8 de abril de 2011

Diario de rodaje / Día 12 / Arminda - 2 y Fotos










Actuar no es fácil, en Arminda tuve mi bautismo de fuego actoral. Animarme a actuar fue como cambiar radicalmente un aspecto de mi vida. Estoy trabajando con actores desde hace más de veinticinco años y conozco perfectamente los procesos que llevan a una persona a encontrarse y componer un personaje, sé de los métodos que cada uno utiliza para resolver las distintas situaciones con las que se encuentran, pero siempre dije y me dije que nunca me expondría ante cámara o en un escenario. Sin embargo modifiqué esta idea a partir de La Nieta de Gardel. Terry Dick me resulta un personaje muy atractivo y me sentí muy cerca de él al punto de creer que Terry podía ser yo. Nunca lo dudé a sabiendas de que la tarea no sería fácil y que me enfrentaría con un problema. La situación más complicada surgió este jueves en una de las escenas con más complejidad actoral de toda la serie, no solo para mi sino también para Julia (Caren Hulten). Caren es una muy buena actriz que pudo llevar adelante la escena sin problemas pero también fue una gran compañera -al igual que Poli el otro día- que me bancó y alentó para que lo hiciera. En la escena también conté con la colaboración y ayuda permanente de Maria Celia Ferrero, como de mis dos asistentes: Francisco Pavanetto y María Elia Rodríguez. Cada uno ayudó de una manera diferente porque cada uno me conoce en el aspecto de la dirección en facetas que no son siempre iguales.

Diario de rodaje / Días 9, 10, 11 y 12 / Arminda


Martes y miércoles fuimos a la casa de Terry Dick. Una casa en medio del campo. Arminda que en realidad simulaba una casa en Uruguay, donde este director de cine decidió su exilio voluntario para criar y cuidar de Julia. La casa parece diseñada para las escenas y el personaje, Diego, el verdadero dueño, son de esas personas que uno siempre desea encontrar cuando busca una locación. La predisposición para facilitarnos su casa fue determinante para poder trabajar con la tranquilidad que necesitábamos.  Con Diego nos conocemos de otra época, de amigos comunes con los que nos cruzábamos a los veinte años.
En la casa de Dick hay escenas que transcurren desde fines de los 50 hasta la actualidad. Dick es un personaje que no cambia su fisonomía ni su vestuario a lo largo de sus cien años. Dicen que hizo un pacto con los brujos por la eterna juventud y que solo lo podían asesinar con balas cubiertas en nitrato de celulosa, es decir en el primer material con el que se fabricaban las películas. Lo que no supo es que El Coleccionista conocía este secreto y fue así que contrató dos sicarios que lo asesinaron con balas de celuloide.
Teníamos muchas escenas en Arminda, quizás la locación con más escenas. Aparte de Dick, estaban Julia, Laura, Foster y Carlos, prácticamente todos los personajes protagónicos salvo Agata y Gardel.  El primer problema surgió cuando todos los que fuimos llegando a la casa nos perdimos y algunos (como el motorhome) no pudieron entrar. No era fácil arribar a esa casa y el primer día de rodaje lo comenzamos con cinco o seis horas de atraso. Llegada la noche la mitad del equipo nos quedamos a dormir en la casa. Hicimos un asado y pude relajarme después de dos semanas largas. Al otro día la cosa indicaba que íbamos a tener una larga jornada pero que de alguna manera se compensaría por lo que no pudimos hacer el día anterior. Pero se nos extendió más de la cuenta y a las 2 de la mañana pudimos arribar a Rosario. Todas las escena tenían complicaciones, algunas netamente técnicas y otras relacionadas con lo actoral. Me gusta (creo que lo dije antes) enfrentarme ante estas situaciones en donde hay que apelar a todo el conocimiento y la experiencia para poder resolverlas lo mejor posible.

Diario de rodaje / Días 9, 10, 11 y 12 / parte 2





Parece que fue hace mucho tiempo, pero solo pasaron tres o cuatro días. Las semanas de rodaje suman casi tres días por cada día real. Se trata quizás de la intensidad o de lo que creo que ponemos ahí, no sé. O los resultados. Estar entusiasmado es tan bueno como malo en estos casos. La confianza te da más confianza pero a veces te puede hacer descuidar algunas cosas por esa misma confianza. Estar atento, de eso se trata, quiero estar atento. El domingo volvimos sobre los años 30 y todavía quedaba el recuerdo de Laura y Foster en la casa de él. La ambientación de ese encuentro logró el clima del film noir como pocas, a pesar de que fue una locación que hubo que conseguir de apuro. También fue el debut de la pareja protagónica y de la escena que plantea todo el conflicto de la serie, el momento en donde se despliega todos los temas que van a ser desarrollados posteriormente. No era fácil, no fue fácil porque el tiempo no estaba a nuestro favor, pero estuvo muy bueno: Laura fue Laura y Foster fue Foster. Un par de días después estábamos en un orfanato de la periferia de la ciudad entre 1935 y 1940. Agata, su padre Juan y Terry Dick. Me tocó esta vez con más tiempo y más complicación ponerme la ropa de un personaje e interpretarlo. Poli Chavez (Agata) muy generosamente me hizo el aguante, algo que me permitió trabajar cómodo sin sentir que las miradas de los demás me perturbaran. Autos, trajes, vestidos y casas trasladadas en el tiempo. La casa de la Cultura Arijón fue la locación elegida. En el mismo lugar que se llamaba CEPROME (Centro de Protección al Menor) y en 1983 filmamos nuestro primer cortometraje Cabecita Negra junto con Hèctor Molina.  En 1985 o 1986 volvímos allí con Molina para rodar nuestro primer corto en 16 mm: Los oficios terrestres.
Eduardo Vercelli se acerca a cámara con sombrero, lentes negros y traje cruzado, impone el temor del capo maffia de las películas.
Un día después ya cambiamos de década: 1954 y escuchamos el primer diálogo de Julia (Caren Hulten) frente a una vidente-tarotista (Paula García Jurado). Un solo ambiente, la cámara a disposición de las actrices y una escena que brilla mucho mas que en el guión. Esa tarde Julia camina por el Parque Independencia que en realidad debería ser un parque de Buenos Aires (¿Palermo?) en 1955 con los bombardeos a la Plaza de Mayo retumbándole en los oídos. Y para terminar el día volvimos a la actualidad en el encuentro entre Foster y Eduardo, un policía un tanto oscuro, interpretado por Hugo Bruschini. Hugo da perfectamente con el personaje. El cast hasta ahora ha encajado muy bien en cada uno de los roles que le hemos dado.
Al día siguiente estábamos en Arminda, un peqeño pueblito a 40 km de Rosario, allí está la casa que se supone es Uruguay en donde vive Terry Dick. Fueron dos intensos días de los que me ocuparé en la próxima entrada de este diario.

Diario de rodaje / Días 9, 10, 11 y 12


Hace un rato intentaba acordarme lo que habíamos filmado estos últimos días. Digo filmado y no rodado o grabado porque si bien lo que estamos haciendo es una miniserie para tv, la manera de abordar este rodaje y de plantear la puesta en escena tiene un criterio cinematográfico y la cámara Canon 7D con la que estamos registrando todo el material para mi es como una cámara de cine y creo que llegamos al momento de poder decir que filmar es equivalente a grabar y pueden ser utilizados como sinónimos si ánimo de caer en un pensamiento errado como aquél que se ha popularizado cuando vemos a alguien con una camarita de video y decimos "mirá está filmando", eso es erróneo, debería decir "mirá esta grabando". Pero en nuestro caso, en el caso de La Nieta de Gardel, decimos "mirá están filmando".

sábado, 2 de abril de 2011

Diario de rodaje / Días 7 y 8 / tercera entrega


El jueves por la noche se cayó la locación, es decir el lugar en donde íbamos a rodar no pudo ser utilizado por motivos que no vale la pena mencionar aquí estábamos ante una disyuntiva: salir a buscar un lugar que reemplace la locación prevista o suspender la jornada para otro momento. Eran las 19:30 y teníamos un motorhome cargado con todo lo necesario para comenzar y más de veinte personas que ya estaban preparadas para entrar en acción. Carlos Resta propone que utilicemos su casa, un departamento muy amplio que daba con las características estéticas necesarias para la escena. Cuarenta minutos después la casa de Carloncho estaba literalmente invadida y creo que él, más allá de su buena voluntad, y de ser uno de los protagonistas de este proyecto, se debe haber arrepentido de su generoso ofrecimiento. Sin embargo se pudo adaptar perfectamente el escenario previsto a la nueva casa. El ritmo de rodaje fue intenso, había que recuperar las horas perdidas en la otra locación. Eran algunas de las escenas más complicadas en relación al diálogo y también eran de las escenas que más me preocupaban a mi de manera personal. Pero por suerte los actores fueron respondiendo con la claridad que la madrugada permitía (jaja) y a las 7 de la mañana abandonábamos la casa de Carloncho como si nada hubiera sucedido.

Diario de rodaje / Días 7 y 8 / Más consideraciones sobre el plano secuencia


Una escena sin cortes, la cámara corre, para los actores es mucho más cómodo, no existe la interrupción del corte en medio de la acción. Los diálogos son largos y para que el plano soporte el tiempo de su duración, es importante que lo que suceda delante de la cámara sea lo suficientemente atractivo como para no necesitar el corte. Y esa atracción del plano secuencia se puede dar de las siguientes maneras;
- Otorgarle un sentido plástico a la toma, en donde el movimiento de cámara como así también de los actores estén organizados coreográficamente.
- Crear con los actores un clima e intensidad en donde la posición o el movimiento de la cámara no importe demasiado.
Hasta ahora en La Nieta de Gardel he utilizado, al menos una vez por escena, el recurso del plano secuencia con las diferentes características que enumeré más arriba.
Creo que recurrir al plano secuencia vincula más a la televisión con una idea cinematográfica, fundamentalmente porque en la dinámica televisiva actual el factor tiempo nos hace recurrir a las fórmulas clásicas y limita la posibilidad de búsquedas desde lo narrativo y lo estético.

Diario de rodaje / Días 7 y 8 / Consideraciones sobre el plano secuencia



Willie Dixon transformado en una whiskeria, tres actrices que ofician generosamente de prostitutas más allá de que estos roles están pensados como extras dentro de la serie. Creo que hay que destacar que la "actitud actoral" muchas veces no la tiene un "extra"aunque su aspecto lo acompañe para el personaje y esa actitud es la que marca las diferencias no solo en los roles protagonicos sino también en todos los demás.
Ls Nieta de Gardel tiene muchas locaciones y hay varias escenas en donde el diálogo también es protagonista. ¿Cómo hacer para rodar todos estos materiales a tiempo sin caer en una estética netamente televisiva o previsible? Encontré la respuesta para algunos de estos interrogantes en el plano secuencia jugando con la composición y el movimiento de cámara o inclusive en la ausencia de movimiento. Este es un recurso que habitualmente utilizo en mis films pero que aplicarlo a una serie televisiva tiene sus riesgos ya que al factor tiempo en la tv se evalúa de una manera diferente y al realizar un plano secuencia muchas veces (o casi siempre) la opción de cortar no la podemos considerar. Pero de eso se trata el arte, o el cine o cierta televisión: arriesgar, probar, intentar. Ayer fue un día complicado desde varios puntos de vista, pero el resultado fue óptimo.