cine fronterizo

Creo que hago un cine fronterizo, no simpatizo con la llamada “industria” (en términos tradicionales) y tengo mis serias diferencias con los llamados “nuevos”. Tal vez esté en un “no lugar” frase tan de moda ahora, pero que ya tiene su tiempo de añejamiento. Por otra parte yo no hago cine argentino La Peli es rosarino /uruguaya y aunque esto parezca un chiste hay elementos que nos diferencian del cine argentino/porteño, y no abro aquí ningún juicio de valor, ya que disfruto de muchas películas de mis colegas. Lo que pasa es que el cine argentino (que se produce en o desde Buenos Aires) está marcado por la impronta metropolitana, por la cultura metropolitana de una ciudad como Buenos Aires que crea una marca indeleble que lo diferencia sustancialmente de otras manifestaciones artísticas y culturales que se dan fuera de la gran urbe. Entonces los análisis acerca de las miradas de nuestro cine desde o fuera de la capital cobran otras dimensiones y por lo tanto no pueden ser analizadas de la misma manera. Hay un sentir, una vibración diferente que hace que un país se mueva y desarrolle con estéticas y narrativas propias producto de esas vibraciones. A veces evaluar todo a partir de un solo paradigma es muy peligroso.