lunes, 10 de diciembre de 2007

la pantalla de pinamar II

luego de comer pescados y mariscos (esta vez pagados por Carlos Resta y yo) me subí al ómnibus para volver -via Buenos Aires- a Rosario, presentamos cerca de las 19 hs La Peli junto a Carloncho (Resta) en una sala que estaba bastante llena considerando sus dimensiones. Al presentarla me di cuenta que todavía no he podido terminar de analizar este film ya que la definí de una manera diferente de la que lo había hecho antes. Hablé de La Peli como el recorrido por la cabeza de un cineasta o de una artista y dije además que era una película caótica, desbordada, por momentos experimental y por otros extremadamente convencional, pero que en definitiva era una película hecha con total libertad.
Después de la cena me crucé con Graciela Borges que se preocupó por mi enojo con la Academia de Cine (ella es la vicepresidenta y no estaba al tanto de la carta que le fue enviada y que se publicó en este blog). Aclaramos cual había sido el problema -de la misma manera que lo había hecho la noche anterior con José Luis Castiñerira de Dios (otro miembro de la Academia)- y quedamos en hacer una película juntos. Cada vez que me encuentro con ella prometemos lo mismo, algún día se dará, creo que es una muy buena actriz y brilla cuando tiene un papel a su medida, pero no es sencillo encontrar ese papel.
En Retiro me subí a un ómnibus que iba a Rosario, en el medio de la lluvia, lluvia que también llegaba al interior del colectivo que tenía unas cuantas goteras. Recomiendo no sacar boletos en días de lluvia en la empresa General Urquiza.

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