sábado, 14 de junio de 2008

EL CHE y alfredo de angelis




El sábado 14 de junio, en Rosario, mientras se inauguraba la estatua del Che en una plaza ubicada en Bv. 27 de Febrero y Laprida, a pocas cuadras se desataba un pequeño cacerolazo pidiendo por la libertad del dirigente de la Federación Agraria de la Sociedad Rural Argentina, Alfredo De Angelis. Curioso ¿no? mientras la hija del Che en su discurso hablaba de la gente inescrupulosa que tira la leche cuando hay tantos chicos que se mueren de hambre y era escuchada por cerca de 50 mil personas, cerca del Monumento a la Bandera unos cuantas señoras y señores pedían por la libertad de un nuevo líder, del que también ya se han hecho remeras con su cara, aunque el rostro de este tipo está más cerca de un personaje del Chavo del 8 que de un revolucionario.

¿Qué es lo que hace a los argentinos tan imbéciles como para transformar a un tipo tan básico y elemental en un héroe? La misma clase media que defendió el golpe del 76, que votó a Menem para poder seguir pagando la cuota de los electrodomésticos mientras el país se iba a pique. La misma clase media que se vengó de Menem votando a De la Rúa y que luego vió a Kirchner como un salvador y hoy cree que apoyando al campo y la Sociedad Rural se es "más argentino".
El argentino medio es en escencia un tipo de derecha, con un gran componente fascista. Las cacerolas -muy limpias- del Monumento, de Callao y Santa Fe son protagonizadas por chicos y señores con ropa de La Martina, con señoras recién salidas de la peluquería que llevan gafas de sol de más de 100 dólares.

Tal vez lo extraño es el por qué de la devoción de tanta gente hacia el Che en este país. El Che, es quizás la contrafigura más importante que pueda tener el Partido Agrario. ¿Cuánto hay de hipocresía en todo esto? Es probable que la imagen del Che al ser tan lejana hoy parezca inofensiva y se me ocurre que al presidente de la Sociedad Rural no le molestaría usar una remera con la imagen del mítico guerrillero, pero ¿se pondría una con la cara de De Angelis? No creo, De Angelis es muy grasa pero es útil para la política de la SR.
Anoche terminaron los actos de homenaje a los 80 años del nacimiento de Ernesto Guevara en el mismo lugar en donde se congregó la manifestación del campo hace apenas unas semanas atrás. El mismo río de fondo, posiblemente las mismas banderas argentinas y alguna gente a la que le resultó lo mismo ir a un acto que al otro. Paradojas de un país que podríamos decir que tiene el síndrome del protagonista de Memento, aquella película en la cual el tipo que buscaba al asesino de su esposa se olvidaba rápidamente de lo que había hecho el día anterior y no sabía si la persona que estba sentada frente a él era su amigo o su enemigo. Podemos retrotraernos en la historia argentina reciente y pensar por ejemplo en el 30 de marzo de 1982, cuando una manifestación -en el ocaso de la dictadura- que llenó la Plaza de Mayo fue reprimida brutalmente. Pero apenas unos días después esa misma plaza estaba repleta de gente enardecida por haber invadido las Islas Malvinas.

Un país sin memoria es un país condenado al fracaso, al olvido y a crear generaciones de mediocres.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la clave estar en no pensar en terminos de amigo-enemigo tan schmitdianamente