sábado, 8 de agosto de 2009

el principio de algo (parte VI)



Caminó por las calles, buscándolo a él. El no caminó, la espero en Windows, la esperó en Facebook, la esperó en Twitter, le llamó por Skype, pero no la encontró. Ella lo buscó en la calle, en los bares, fue a un teléfono público, marcó su celular, pero desde ese telófono no permiten llamadas a aparatos móviles. Ella era una chica analógica y él lo sabía. Entonces ¿qué hacía esperandola en el lado digital de su vida? tal vez lo mejor seria no encontrarla se dijo, si no hay conexión no hay amor pensó, y volvió a pensar en el significado del término conexión. Esperando conexión, así decía la frase de Canal 3 mientras esperaban la señal de Buenos Aires. Señal, otra palabra a tener en cuenta. Ella tiene sueño, es tarde, cuando pasaron las 4 y media de la mañana es más tarde que temprano, pero 15 minutos después puede ser más temprano que tarde. Sintió pasos a sus espaldas e instantáneamente se dió vuelta. Llovía, pero había comenzado a llover a sus espaldas, la lluvia avanzaba hacia ella en dirección norte sur oeste. La lluvia la encontró sin paraguas. El se asomó a la ventanta. Todos estos años de gente, pensar en canciones mientras se espera a una chica, como escribir el poema que nunca pudo escribir. Eso piensa y otra frase, pero no de una canción, tal vez de una hoja tirada por allí, tal vez de su propia cosecha: el silencio aturde. ¿Metáfora escolar? puede ser, pero a mi me gusta. La noche será larga pensó él mientras caminaba nuevamente hacia la computadora. Pero ¿qué es una noche larga? una noche larga es una noche sin drogas le dijo un amigo que conocía de noches y de extensión de las noches. Pero él también conocía la dimensión que iba del ocaso al amanecer y también sabía del efecto que psicofármacos y drogas varias hacían sobre el cuerpo cansado a la hora de animarlo. Hizo un ejercicio de memoria e intentó recordar cuando había probado cada droga, se acordó de la primera línea de merca, se acordó del primer éxtasis, se acordó del primer ácido, se acordó del primer hongo, del primer hachís y hasta del primer rivotril. Pero no recordaba el primer cigarrillo de marihuana. Y cuando se dió cuenta no solo no lo recordaba sino que también se encontró pensando en la frase "cigarrillo de marihuana" en lugar de "porro". Una vez leyo un reportaje en que un escritor decía que no le gustaba escribir "porro", le parecía de mal gusto, entonces escribía "cigarrillo de marihuana". El no sabe por qué pero le quedó esa idea en la cabeza, aunque nunca en su vida dijo "cigarrillo de marihuana" para referirse a un "porro". ¿Por qué lo escrito tiene que ser diferente de lo dicho?
La lluvia la encontró sin paraguas, esto ya lo dijimos, la lluvia la encontró sin lágrimas, ya había llorado, pero nunca supo por qué. ¿La lluvia es femenina?
Se colocó los walkman. Ya no son walkman le dijo una persona que pasaba a su lado, se dice mp3. Pero ella prefiere seguir diciéndoles walkman. Escucha St. Vincent y el tema se llama Actor out of work
Continuará

1 comentario:

Anónimo dijo...

impecable Gustavo, el relato de atrapa y te lleva por toda esa marea de pensamientos, refelxiones, niflexiones, nostalgia y conexiones...
hay una carga de imágenes en el texto que son extraordinarias, la espera de conexión de Canal 3, la lluvia femenina, la ciudad y todos estos años de gente... ufff
un texto valiente y directo!
Saludos