domingo, 6 de septiembre de 2009

el principo de algo (parte X)

el taxi recorrió la zona más oscura de la ciudad, pero de noche todo parecía oscuro, la había dejado a ella en su departamento, pero ella también había salido de su departamento, en otro taxi ¿otro rumbo? ¿o el mismo? las coincidencias y otra vez las líneas parelelas que se juntan en el infinito,
¿dónde es el infinito? el infinito es una mujer se respondió él ¿qué quiero decir con esto? es una buena frase, se convenció con que podría ser una frase ingeniosa, pero después lo meditó bien y se dió cuenta que no era tan ingeniosa, pero de todas maneras le gustó: el infinito es una mujer repitió de nuevo ¿y ella?
ella también pensó en él pero de una manera distinta, nadie piensa en el otro de la misma manera, pero ella se encontró pensando en él más de lo que hubiera creído que pensaría ¿pensando en él o sintiéndolo a él? su olor permanecía en su cuerpo,
el olor de ella estaba impregnado en las manos de él y él se llevó las manos a su nariz y las dejó allí por un buen rato, esa noche se sentía un adolescente o se sentía un hombre volviendo sobre su adolescencia, por eso quizás busco en su reproductor digital Handyman de James Taylor: pop suave, lento y elegante de los 70.
ella miró al taxista y le pidió que cambie de radio, el hombre le hizo caso de mala gana y de fm hit o algo asi pasó a otra radio con el buscador automático y se detuvo con la voz de Fito Páez: La despedida. A ella le gusta Páez.
Tu me pierdes a mí yo te doy por perdida
Es la hora de huir, la despedida,
La despedida ...
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad
A toda velocidad ...

Ella no quiere huir, ella no se quiere despedir, sólo le gusta la canción. Pero ella también se siente asediada por un fantasma o por la presencia de la ausencia.¿Entonces? "que esta noche no se termine, que esta noche sea eterna"


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