sábado, 15 de mayo de 2010

el lugar

Entre el Camus de El extranjero y un relato de Tobias Wolff y una película polaca de la época de los 70 y un policial yanqui (también de los 70) y algo del último Bergman y Mike Leigh y Kean Loach y la modernidad (o al menos la intención de) de Antonioni (pienso en Blow Up o El pasajero).
Un estética cuidada al servicio de lo sucio, o la suciedad moderna y avant garde. No sé. El problema o no es que siempre estamos atravesados por otras películas. Cada fotograma le pertenece a otro, a otro que ya lo hizo que ya lo pensó, ninguno de los 24 cuadros por segundo son míos, aunque yo los escriba, aunque yo los piense. Ya están, estaban ahí. Lo que hago es encontrarlos para darle otro orden.

1 comentario:

paü dijo...

eso es lo bueno de la subjetividad y los encuentros con el arte ajeno
por suerte todos vemos algo distino y nos reproducimos como eso, tocando las similitudes y transformandolas en algo propio..
siempre pienso en lo que estas diciendo, pero sé que cada uno tiene algo para contar distinto a los demás...ahí reside la diferencia