jueves, 9 de agosto de 2007

acerca de lo que significan los festivales

En una nota publicada en el sitio otroscines.com se analiza el hecho de que en el próximo festival de cine de Venecia no habrá ninguna película argentina ya sea en competencia o en alguna de las secciones paralelas que tiene la clásica mostra italiana
"...la ausencia absoluta de títulos en Venecia es un mal síntoma, que en Cannes se disimuló con el triunfo de XXY, de Lucía Puenzo, en la Semana de la Crítica. Así como alguna vez fuimos bendecidos por las modas de críticos y programadores, hoy corremos el riesgo de quedarnos abajo del tren." escribe Diego Batlle. Es cierto que participar de los más prestigiosos festivales de cine del mundo le otorga a las películas ciertas posibilidades de difusión y venta que no tendrían si solo fueran a la Semana de Cine de Melincué, como así también aquellos festivales tiñen de "prestigio" al cine nacional aunque la participación se limitara a una sola de las 70 películas que se producen por año. Pero también es cierto que muchas grandes películas no han ido a festival alguno y bodrios considerables se han proyectado en la competencia de Cannes, Venecia, Berlin o San Sebastian.
¿Por qué necesitamos de la aprobación certificada por los sabios del primer mundo para corroborar lo bueno que somos? o ¿por qué la no aprobación nos conduce a pensar que nos quedamos abajo del tren? ¿acaso todos los que hacemos cine nos queremos subir al mismo tren? si seguimos esa lógica de pensamiento nos acercaremos peligrosamente a realizar análisis cinematográficos de la misma manera que los periodistas deportivos especulan sobre el éxito o el fracaso de una selección o de un deportista luego de un triunfo o de la pérdida del título en la final.
En el último párrafo de la nota Batlle dice lo siguiente:
"Ojalá que el año próximo, con las nuevas películas de directores jóvenes, pero ya consagrados aquí y en el exterior, podamos recuperar la imagen internacional que, tras el anuncio de la programación de Venecia, ha quedado bastante deteriorada.
El tono de gravedad de esta afirmación puede asustar a algún desprevenido, pero yo me pregunto ¿con una película en una sección paralela ya hubiéramos salvado el prestigio u orgullo nacional? y si por ejemplo a los directores argentinos se les ocurriera no enviar las películas a festival alguno aunque sean maravillosas ¿que sucedería? ¿es acaso esto improbable?
Cuando a mi película El Asadito, bien recibida por la crítica y el público argentino la rechazaron de todos los festivales a la que la envié (incluido el BAFICI y Mar del Plata) decidí que mis próxima película (El Cumple) no la enviaría a ningún festival salvo que me la pidieran expresamente (como suecedió con el BAFICI y Nueva York) y no me preocupó que sea así, porque los valores o los defectos de ese film no se modificarían por estar en ningún festival.
Entonces, preocupémonos por otras tantas cosas y problemas del cine argentino ya que estar o no en un festival solo servirá para alimentar el ego de un director/a que de por sí lo tenemos ya bastante grande.

1 comentario:

El Circo de José dijo...

antes de nada lo felicito por su obra maestro.
tenemos un blog agenda de eventos (muy humilde por cierto) en el interior de la pcia de Cba. y nos gustaria de tanto en tanto "tomar prestados" algunos de sus post, obviamente si a ud no lo incomoda.
Saludos coordiales y gracias por tanto cine.