martes, 18 de noviembre de 2008

300 km

Llegar a fin de año harto de los viajes a buenos aires, de las cuatro horas arriba del bondi, del poco sueño que me queda para el miércoles, del poco cerebro que me queda luego de 6 horas de clases, volver a Rosario aunque sea en el semi-cama-muy-incómodo-de-empresa-argentina por momentos es un bálsamo, pero también es un respiro el rato en que camino por calle Corrientes y me como algo en un bar y miro libros y despejo mi cabeza y cuando llego a Retiro espero que un pequeño milagro haya transformado el ómnibus en un coche cama, como me ha sucedido algunas veces y ahí si la felicidad sería completa, viajar durmiendo, pero muy relajado, estirando las piernas y con un asiento que se recuesta casi por completo. Calculo cuanto tiempo antes llegar a la terminal, caminar entre los quioscos de revistas, hoy me compré Los Inrockuptibles, la iré leyendo en viaje, aunque también puedo leer alguno de los tantos libros que cargo en el bolso o ver una de las películas que llevo en mi notebook o comenzar a escribir en esa misma notebook lo que será un próximo guión o proyecto. Pero antes del próximo proyecto tengo que terminar un guión de situaciones para un largo documental en el que voy a participar dirigiendo unas ficciones que se incorporarán (ya comentaré próximamente). Pero no sé si leeré, si miraré películas o si escribiré, creo que sobre todas las cosas el sueño me ganará y caeré en los brazos de Morfeo con los auriculares puestos de mi n95 mp3.

No hay comentarios.: