viernes, 19 de diciembre de 2008

el principio de algo (parte III)

En Corrientes y Callao se cruzó con un viejo crítico de cine que ya no trabaja de crítico. Debe estar jubilado. No lo reconoció y él no estaba seguro de que aquéll hombre haya sido quien creía que era. Llevaba una bolsa con la publicidad de un medicamento que posiblemente consuma. En la radio de un bar escuchó música que lo hizo REWIND. Estaba en esa misma ciudad en otro tiempo, cuando el tiempo para él no era tan importante. Que pelotudez cuando el tiempo pasa en otro tiempo.
Un tren a Lanús. Volver a la madrugada de una zona en la que no se atrevería a incursionar hoy. Otro tiempo no muy distante y un ómnibus a Liniers y otro a la provincia de Buenos Aires y regresar a la madrugada. El rol de caballero le quedaba bien en aquél entonces.
El dormía en departamentos prestados de la gran metrópoli sintiendo el contacto efímero con pieles distintas, de las que poco sabrá.
Después el contacto permanente con la misma piel que le llevó mucho tiempo dejar o que lo deje o abandonarse entre ambos. El romance siempre surge como única forma de vida para este hombre que hoy se pregunta si fue él quien asesinó a la vietnamita que la noche anterior se metió sigilosamente en su cama. Hace calor, pero no debe hacer tanto calor como en verano. Como en Villa Gesell en 1987 cuando él y esa joven de la que recuerda casi nada se adentraron en las dunas para hacer el amor y llenarse de arena y caminar desde Valeria del Mar hasta Gesell para escuchar –sin quererlo- un recital de ZAS en una plaza mientras esperaban el ómnibus que los devolviera en el camping de Ostende. Miguel Mateos, el compositor de mediocres hits pegadizos, asociado a ese momento previo al fin de esa relación tan pobre como aquellas canciones pop.
(c0ntinuará)

1 comentario:

francisco pavanetto dijo...

muy bueno,
por momentos lisejico, por momento me hizo acordar a algun pasaje de algun libro de ray loriga, nose, algun clima. creo que el relato tiene nostalgia, la nostalgia es clima, el clima una fomr ade medir el tiempo.

abrazo.