Ella dejó de mirar el teléfono después de enviar el mensaje, la lluvia volvía a cerrar una cortina entre sus ojos y la calle detrás del vidrio del bar. Se tomo de un sorbo lo que quedaba del café con leche y partió bajo el agua. No tenía paraguas (pero eso ya lo dijimos).
El se detuvo de repente en la esquina ¿y si era una trampa? podrían ser los mismos que mataron a la vietnamita o el padre de la oriental. El debería responder por el trabajo, pero ¿cómo explicarle? pero no había cuerpo y si no hay evidencia no hay asesinato, tampoco hay chica, ni viva ni muerta. Pero la chica de los walkman ¿quién es? ¿de dónde salió? ¿ya lo diijimos? él no se acuerda y el autor tampoco.
Llegó a la esquina de la dirección acordada. Ella estaba arriba, esperándolo. El cambió la música, para esa situación era mejor "Dirty Boulevard" de Lou Reed, un tema que acompañaba la lluvia, que acompañaba la noche. "Estoy abajo" escribió él. Algo le decía que no había que tocar el timbre, que había que avisar de otra manera. Ella bajó, ya los porteros eléctricos no abren solos, las puertas están cerradas con llave.
El departamento era pequeño. Hacía años que no entraba en un departamento, ni chico ni grande, de dos ambientes o ¿de un dormitorio? o ¿de una estudiante? o ¿de un estudiante? o ¿de una persona sola? Le recordó a los momentos en que la vida corría sin importar el tiempo, como si todo fuera hoy, la eternidad es un día volvió a pensar. Ella estaba ahí, tenía el pelo mojado ¿por la lluvia? o ¿se había bañado?. Una sonrisa los presentó. Las palabras no fueron muchas.
1 comentario:
la eternidad de las esperas, la eternidad de la lluvia en las ciudades, las eternidades traumatizantes...
que pasará ahora que están frente a frente?
Es genial como las referencias musicales ambietan el relato!
Saludos!
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