lunes, 7 de septiembre de 2009

el principio de algo XII

quizás le hizo falta retroceder en el tiempo para entender el presente, una fórmula no muy original pero a la que pocas veces recurren los gobernantes ¿por qué hablar de políticos en una historia de amor? todavía no sabemos si esta es una clásica historia de amor, no a él no le gusta el término clásico para denominarla, ¿y a ella? a ella no le preocupan los términos para denominar nada y menos aún para llamar a un sentimiento del que se sentía más dueña que nadie, quizás porque entender a las mujeres sea la tarea que le llevará toda su vida, quizás porque alguien le preguntó por la calle si realmente podía hablar sobre mujeres, quizás por eso y otras cosas se decidió a sentarse en en el cordón de la vereda sin decidir que calle tomar.
Cuando no sabía que hacer se sentaba frente a la computadora y abría muchas pantallas, ponía música y dejaba que la situación lo lleve, pero ahora no, ahora había llegado ahi justamente porque no había podido salir de su pequeño estudio, porque no había podido abandonar su silla.
se mldijo, se maldijo por no haber terminado de leer tantos libros, se maldijo por ser un comprador compulsivo de libros pero no un lector compulsivo, los libros a veces te dicen qué hacer, para dónde arrancar.
La música se había transformado en ruido para ella, un sonido que se mezclaba con las voces de sus amigas que ya ni podía escuchar. La puerta, la vereda le iban a dar un poco de aire. Salió con el vaso de cerveza en la mano y se sentó en el umbral de ese bar de escaleras largas. Trató de poner un espejo imaginario frente a ella, y se detestó, parecía esas pendejas que cuando salen se emborrachan y que después no se pueden sostener en pié y terminan esperando un taxi semidormidas sentadas en la vereda con el último trago de cerveza en la mano. Prejuicisa pensó, a mi me pasó más de una vez y no soy una pendeja boluda, a mi me pasó varias veces y la pasé bien, más allá de la resaca.
El no era de tener resacas, necesitaba tomar mucho para tenerla, pero esa noche no había tomado, así que ¿por qué no ir a un bar?
ella sintió el sol a las 3 de la mañana, sabía que era de noche y que el frío no era buena compañía si permanecía mucho tiempo más ahí.
ella recordó y le tembló el cuerpo, ella comenzó a correr mientras recordaba, era de noche pero había sol, hacía frío pero su cuerpo no lo sentía, corría en la noche mientras la asaltaba una felicidad repentina, como si hubiera encontrado de repente con una respuesta que desde hace tiempo estaba buscando.

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