lunes, 28 de marzo de 2011

Diario de rodaje / Día 4 / tranquilos

Bar El Rosarino, renombrado El Porteño. La escena es en Buenos Aires, 1955, bombardeos a la Plaza de Mayo. La resistencia peronista. Dos personas que se conocen y se enamoran. Una hija que los mira a través del tiempo. Más de cincuenta y cinco años después un detective improvisado va tras las huellas de aquella historia.
Las imágenes de La Nieta de Gardel son como imaginaba y mucho mejor. Estamos resolviendo todo con muy poco, pero muy efectivamente. Estamos utilizando la tecnología a nuestro favor sacándole el jugo de una manera increíble. La Canon 7 D nos permite rodar en situaciones que con otro tipo de cámaras no podríamos o requeriríamos de una cantidad de luces que haría este trabajo mucho más lento. El planteo de producción está perfectamente articulado con los aspectos fotográficos, de sonido y arte. Si bien esto es algo que debería pasar en cualquier proyecto, muchas veces los tiempos y la sincronización entre los diversos rubros no se da perfectamente porque llevan procesos diferentes en su armado. Pero la única manera de llevar a buen puerto a La Nieta de Gardel es con el trabajo sincronizado de todos.  Anoche terminamos dos horas antes de lo previsto lo que nos da más tiempo de descanso para una escena que haremos hoy y que llevará un poco más de complejidad que las de la jornada anterior. Se trata de un largo diálogo entre dos personajes en una escena que es clave ya que está al principio de la serie y dispara algunas de las claves de esta historia policial.

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