Llegamos al final, menos de una semana para que el rodaje de La Nieta se transforme en un recuerdo. Gardel canta "Mano a Mano" y un matón casi le pega un tiro, pero está Chicho Grande y su matones para salvarlo. La escena es un flashback. Sigo con el plano secuencia. Parroquianos y prostitutas, que denominamos como yugoeslavas. Dicen que en aquella época chicas de la antigua Yugoslavia eran traídas como meretrices por parte de la mafia. Cuando terminamos la escena todos se querían sacar fotos con estas señoritas, alguna de las cuales son parte del equipo técnico de La Nieta. Martes por la tarde, una casa de Alberdi se transforma en la residencia de Gaspar Campos en la que Perón habitó en su regreso. De nuevo los planos secuencias. Jóvenes militantes rodean al "general", un Perón que -como el resto de los personajes históricos- lo tomamos con mucha libertad. El arte es eso, poder reproducir la realidad de acuerdo a una nueva realidad reconstruida en la ficción.
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