Diario de rodaje / Días 31 y 32 / Los personajes se van despidiendo / El equipo, los compañeros y los amigos

Quedan pocas horas. La sensación de que el rodaje se termina se puede percibir en el equipo. Por un lado la satisfacción de llegar a buen término, de cumplir con el plan, de ver que los resultados superan las expectativas. Hay un optimismo que se contrapone con el hecho de la llegada del final. Querer terminar significa para muchos un descanso, volver a recorrer los días en horarios "normales" y saber que hay otra vida y otro mundo por fuera de una filmación. Pero para algunos nuestra vida se parece mucho a un rodaje permanente. El miércoles los personajes de Julia y Carlos tuvieron su última toma, que fue un abrazo. Se despidieron de la serie encontrándose. Interesante. Anoche nevó en Corrientes y Córdoba. Transformamos esa esquina en una calle de New York en 1934. Vimos salir a Gardel junto a su asistente, a Le Pera y a Terry Dick de un restaurante neoyorquino mientras la nieve caía sobre ellos. Anoche también fue la última toma de Terry Dick. Es probable que vuelva en un proyecto que se llama "Las aventuras de Terry Dick".
Ayer nevó en Nueva York y antes de ayer Julia, en 1954 volaba en un avión desde Uruguay a Buenos Aires. Pero todo es ficción, desde el vuelo del avión hasta la nieve sobre los personajes, pero cuando lo vemos estamos convencidos, hasta los que lo hacemos, que ese avión está volando y que la nieve cae efectivamente en los años 30. Y mientras vemos eso somos felices, nos sentimos niños que jugamos a crear mundos que solo están en nuestra cabeza. Y lo maravilloso de eso es ver a un equipo que se contagia de ese juego, que también pone su imaginación a rodar y Marcos se entusiasma fotografiando el cielo azul que es atravesado por el avión que está parado en la pista y Roxana (con su hermoso apasionamiento) se convierte en fanática de la nieve y Ale en especialista en hacer nevar y el equipo de Arte se obsesiona por el detalle aunque ese detalle casi ni se vea en cámara y Juan escucha el sonido con la tranquilidad que no le he visto a ningún sonidista y el equipo de dirección permite que me vaya a dormir tranquilo y Mavi -como un ángel- que en sus funciones extendidas se preocupa de mi salud emocional. Y obviamente Fer, mi  socia y amiga en esto y la otra pata que sostiene La Nieta. Todo el equipo da muestras que esto les importa e imponen en su trabajo ese espíritu amateur que debe tener hasta el más profesional, el espíritu amateur que separa aquellos trabajos que solo tienen un interés profesional con aquellos en donde la pasión también cuenta. Debería destacar a cada uno de los que están haciendo posible La Nieta, pero  sería obvio. He ido hablando de casi todos (aunque no los haya nombrado a todos) ya que he hablado de los resultados que han dado cuenta que se ha invertido todo el talento que hemos tenido a disposición. Hoy estoy agradecido a mis compañeras y compañeros de años (la mayoría amigos) y a todos los que desde hace poco forman parte de este equipo, de este grupo del que estoy orgulloso.