martes, 28 de mayo de 2013

CHANCES


Dreams y la voz maravillosa de Stevie Nicks. Rumors es el album. 1977. La memoria. Un par de canciones después está Don´t Stop que era un tema bailable. En la secundaria lo bailábamos. Hoy creo que nadie podría bailar ese tema salvo que esté remixado. Cualquier música se puede bailar, pero en una fiesta o en una disco la música debe marcar un ritmo que permita con dos rápidos movimientos sentir la vibración de la música y los bajos aturdiéndonos las suelas.
Hay una idea (entre artistas o algo parecido) de que si se ventilan las cosas que uno va creando siempre habrá una mala energía que se puede apoderar de eso que estamos preparando y tirarlo vaya a saber uno donde.  Escucho Don`t Stop, creo que se puede bailar tanto ahora como hace treinta y pico de años. En ese momento no sabía que en algún momento dirigiría cine y que en otro momento haría lo mismo con el teatro. En ese momento no pensaba que iba a abandonar los vinilos y las bandejas y los amplificadores para volver a recuperarlos treinta años después.
Hay una película que espera ser filmada sobre fin de año, tiene que ver Brisas Heladas la obra que presentamos todas las semanas en el teatro Arteón en Rosario. No será lo mismo, se modificarán varias cosas, situaciones, personajes, etc.. Pero lo interesante, el punto de partida para el cine ahora es el teatro. Tengo también un guión de la obra Algo sobre el Amor en carpeta. Dos proyectos puramente teatrales que podrían terminar en la pantalla. No es novedoso, son muchísimas las películas que se han basado en obras de teatro. Lo que sucede en este caso es que escribí las obras, las dirigí y ahora hago una adaptación para cine. El mundo reducido a pocas locaciones, a pocos actores, a situaciones límites pero controladas en espacio y tiempo.
El teatro me motiva porque me da cosas que hacer entre película y película.
Wasting Light grabado en el garage de Dave Grohl, son dos vinilos que van a 45 rpm, casi como un disco y medio o un disco y cuarto. En el sobre recomienda ponerlo al máximo volumen. Estoy en eso. Los Foo Fighters tienen un sonido salvaje que podría ser algo así como un punk refinado.
Las películas me esperan para hacerlas pasado la mitad de año. Las películas que he terminado me esperan para que las veamos pronto: Lejos de Paris en formatos diversos y Perra Negra en una nueva versión.
Mi idea es hacer un díptico o tríptico policial, pero siempre puede surgir algo en el medio que cambie la dirección de las cosas.
El 10 de octubre festejaré mis 50 años estrenando una nueva obra de teatro, pero no sé que obra, porque todavía no la escribí. Tal vez la estrene en mi casa para 20 personas o tal vez no sea una obra y sea otra cosa que se parezca al cine, al teatro o a un set de VJ/DJ o vaya a saber a qué cosa. La idea es inventar algo a partir de ahora.
Voy a leer los guiones de Persona, de Escenas de la Vida Conyugal y de Sarband. Le sumaré Opening Night y la infaltable Una Mujer Bajo Influencia. A esto adicionarle un poco de literatura pulp/pop contemporánea como Don Winslow, la cuota del realismo sucio o crudo de Carver o Shepard y el fantasma de Chejov siempre revoloteando. Imprescindible la música que inspira y siempre guía, en este caso podría elegir (casi como una obviedad) a Tom Waits o Leonard Cohen, pero también la oscuridad de Depeche Mode y el toque neoyorquino de algunos discos de Lennon/Ono y Lou Reed (a veces revisitado por mi amigo César Debernardi). Pero quizás sea el jazz del último Miles Davis el que le termine de dar color a esta idea y por qué no la voz de Jack White perdida por ahí.
Si esto es una obra de teatro posiblemente también se transforme en película, si esto es una mezcla de cosas será un buen momento para tomarnos unos tragos mientras escuchamos música y miramos unos videos y hasta bailar.
Pero supongamos que ponemos el cuerpo de los actores en escena, que hay un poco de todas esas películas, de todos esa literatura, de toda esa música. Se podría pensar en actores que escuchan discos en escena.
Supongamos que hay mucho de todo eso en escena, pensemos en las referencias (las literarias, las cinematográficas, las teatrales) y los que me conocen sabrán por donde va la cosa y hasta supondrán los rostros, las caras que podrían poblar ese escenario. Pero también es bueno dar sorpresas, tanto a los que me conocen como a mi mismo.
Quizás sea hora de repetirme pero de manera diferente, siendo el mismo pero distinto. Tener la certeza de saber cuál es la actriz de Una Mujer Bajo Influencia o de Opening Night, pero no saber cuál es la otra en Persona o el otro en Escenas de la Vida Conyugal o imaginarme en espejo dos actores casi ancianos o salir a buscar algún perdedor de Carver o Chejov que tal vez tenga un rostro desconocido.
Lo conocido y lo desconocido, lo viejo y lo nuevo. Los mismos de siempre más los que se animen a sumar. Todo puede ser como nada puede ser.
Este es el primer día del primer nuevo paso.

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