miércoles
Cae nieve sobre la ciudad, una nieve que podría llamar leve que se arremolina cerca de la ventana de mi habitación pero que cuando llega a la calle, al asfalto, no deja prácticamente huella.
Ya hace una semana que estoy aquí y ya tengo ganas de estar nuevamente en Rosario. Los afectos tiran y una semana es suficiente tiempo para estar alejado. Ya quedan pocas cosas por hacer en el festival. Una o dos reuniones previstas para hoy como colofón de unos días muy intensos, de recorrer uno de los mercados de cine más grandes del mundo y de poder contactar a las personas que desde Argentina sería casi imposible hacerlo. La Berlinale es una gran puerta, uno puede atravesarla y sacar provecho o quedarse en el marco de la puerta, boquiabierto sin tener posibilidad de accionar. Creo que atravesamos la puerta, pero todavía no sé cuantos pasos hacia delante pudimos dar.
1 comentario:
Como anónima rosarina y espectadora de tu trabajo quiero felicitarte por estos logros. Esperemos que puedan cruzar la puerta, y dar tantos pasos como se pueda, sin saltar.. para no perderse de nada.
Un abrazo.
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