jueves, 21 de abril de 2011

Diario de rodaje / acerca del catering y la sensibilidad del equipo


Hay un elemento de cohesión en todo grupo de filmación. Las jornadas son largas y las semanas se acumulan. Intensidad acumulada en pocas horas que parecen muchísimas. Terminar a la madrugada sin saber si hoy es hoy o es ayer. Cambiar las rutinas diarias por otras totalmente alejadas de cualquier ser humano que camine cerca nuestro. Mucha energía puesta ahí. Pero en un momento hay que detenerse, debe haber una pausa, ese descanso en el que nos miramos las caras y los músculos se relajan y los cuerpos caen sobre las sillas y miramos delante nuestro para encontrar el plato de comida o extendemos la mano para buscar el agua, la gaseosa o el mate o el café o el té, que llega más tarde cuando estamos a punto de encender nuevamente la cámara. No hay película posible (o en este caso serie) sin la existencia de un catering. Podemos hacer una película sin dinero, aportando lo que cada uno tiene, podemos hacer una película con lo que llevamos puesto, pero no podemos hacer una película si no garantizamos el catering para el equipo, para los actores, para todos aquellos que trabajan. La comida es el elemento que nos une, el punto que nos tranquiliza si la disfrutamos y también el motivo de enojo si no está bien resuelto. Me he enojado mucho más por una mala comida en un rodaje que por una toma fallida. Para mi comida y cine son una sola cosa. Lo practico desde el inicio de la pre producción invitando a mis actores y asistentes a comer a mi casa. Yo les preparo la comida porque siento que eso también forma parte del hecho creativo. Y antes de empezar un rodaje acordamos con Fernanda Taleb (mi productora) las características del catering como una de las prioridades del proyecto. Sabemos que de un buen catering tendremos el mejor humor de los compañeros de trabajo y podremos disfrutar de todo de manera más tranquila. Y desde hace unos años hemos decidido que quien haga el catering también es parte de nuestro equipo, como un director de fotografía, un asistente o un productor y al ser así es uno/a más de todos nosotros. Hoy Mariana (nuestra chef) se ha sofisticado (la sofisticación es algo necesario para la estética) y estamos llegando a que la comida sea cada vez más un punto de unión.

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